Fue uno de los primeros lugares utilizados como miradores de la ciudad. Por la década de 1880, desde el paseo los visitantes tienen a la vista parte de las faenas portuarias, los sitios de atraque y el molo con sus buques de guerra. Hacia el norte, en un día claro, se puede divisar hasta el balneario de Quintero. Es uno de los lugares preferidos para observar el espectáculo de fuegos artificiales de la noche del 31 de diciembre: Año Nuevo en el Mar.
Accesible a través del ascensor El Peral o por Escalera Apolo.
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